La edad de oro

“Este film sigue siendo la única empresa de exaltación del amor total como yo lo considero, y las violentas reacciones a las que ha dado lugar sus representaciones en París, solo han podido en la conciencia de su incomparable valor. En el amor existe en potencia una verdadera edad de oro en ruptura completa con la edad de fango que atraviesa Europa y de una riqueza inagotable de posibilidades futuras”, así describió André Bretón la película La edad de oro, dirigida en 1930 por Luis Buñuel, quien asimismo la resumió como “una película romántica, realizada con todo el frenesí del Surrealismo”.

El lenguaje rompedor, en ocasiones hirientes, y desconcertante de la película, así como la controversia que plantearon los temas relatados –historias de amor, deseo sexual, violencia, decadencia, crítica a la jerarquía burguesa— hicieron de La edad de oro una película maldita durante varias décadas, pues tras un brevísimo periodo de proyección en el otoño de 1930, la cinta estuvo prohibida durante décadas. Esto no impidió que haya sido considerada una de las obras maestras del Surrealismo, tanto por su valor estético como por su contenido, a la vez poético y transgresor.

La proyección coincidió con la exposición Más allá de la pintura. Max Ernst en la Colección Würth. El propio Max Ernst es uno de los actores que aparece en la película, a la que también contribuyó Salvador Dalí, con quien Buñuel ya había trabajado en Un perro andaluz, otra de las cintas que, al igual que La edad de oro (1929), marcaron un hito en la historia del arte y el cine del siglo XX.